<< Regresar

Buen provecho

Regresas a casa. No has comido nada en las últimas horas y todo te parece un manjar. Llenas tu plato hasta el borde y comienzas a disfrutar de tan esperado momento. Poco a poco, satisfaces el apetito. «Comí con los ojos», piensas. Detente un momento. ¿Sabes el impacto que tienen tus hábitos de alimentación en el medio ambiente? Profundicemos en ello.

La producción de alimentos tiene un impacto directo en la naturaleza. Por ejemplo, la agricultura es una de las principales causas de las deforestaciones en el mundo. Según la FAO, si «Desperdicio de Alimentos» fuera un país, sería el tercer emisor mundial de gases de efecto invernadero. Un tercio de los alimentos en buen estado producidos para consumo en el mundo se desperdician. Esto supone que los recursos, tierra y emisiones que se utilizan para producir estos alimentos, se han empleado para nada.

Las implicaciones éticas y medioambientales del desperdicio de alimentos son de gran relevancia y aburran distintos ámbitos. Como consumidores, nuestros hábitos son determinantes para cambiar esta tendencia y evitar los efectos que provoca.

Una solución es tener conciencia sobre esto y cambiar hábitos cotidianos sencillos. Te sugerimos estas acciones, que harán una gran diferencia:

  1. Fíjate en la fecha de caducidad al hacer la compra. Así podrás asegurarte de que cuentas con tiempo suficiente para consumir el alimento.
  2. Planifica el menú semanal que realizarás en casa y prevé la cantidad de alimentos quese para un consumo inmediato y con ello evitar su descomposición.
  3. Organiza la refrigerador enlistando primero alimentos por fecha de caducidad.
  4. Reconsidera las ofertas que te dan más producto a menos precio. Muchas veces compramos alimentos que finalmente no comemos. Tirar comida también estirar dinero.
  5. Sirve una ración suficiente de comida, considerando que puedes servirte más de una vez que has terminado, con ello evitaremos restos de lo que no has comido.
  6. Congela comida si crees que se va a caducar. Los alimentos deben ser almacenados entre 1 y 5°C para una máxima frescura y longevidad.
  7. Aprovecha los restos para realizar otro menú