De acuerdo con un reporte de Petróleos Mexicanos (Pemex) en los últimos 37 meses se han detectado en todo el país 32 mil 604 tomas clandestinas de combustible y el 80% de las tomas clandestinas detectadas del año 2016 a la fecha se concentran en siete estados del país: Hidalgo, Puebla, Guanajuato, Jalisco, Veracruz, Estado de México y Tamaulipas.
Las tres entidades federativas citadas suman del 2016 a la fecha 13 mil 905 tomas clandestinas localizadas a lo largo de distintos municipios por donde cruzan los ductos de Pemex.

El robo de combustibles es un problema complejo que no sólo afectan gravemente a la economía del país, sino que también tiene un gran impacto ambiental, ya que la perforación de ductos provoca derrames no controlados de hidrocarburos que contaminan la tierra, el aire y el agua. Además de pérdidas económicas millonarias, también genera contaminación ambiental y un severo impacto en los suelos, que pueden tardar 25 años en recuperarse de manera natural.
Cuando un suelo se contamina por derrame de hidrocarburo, existen técnicas de remediación que pueden reducir el tiempo estimado para devolver las cualidades originales a la tierra en un promedio de tres a cinco años; sin embargo, el costo de estas metodologías no siempre son accesibles a los campesinos
En junio 2017, la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) determinó que Pemex no será responsable de reparar el daño ecológico causado por la extracción ilegal de combustible, sino que los trabajos de remediación tienen que estar a cargo de la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat).
En cuanto a los daños que causa el derrame de combustible, El doctor José Víctor R. Tamariz Flores, secretario académico y docente en el posgrado de Ciencias Ambientales del Departamento de Investigación de Ciencias Agrícolas de la Benemérita Universidad Autónoma de Puebla destacó que en el aire, la combustión de estos hidrocarburos provoca un incremento en los gases de efecto invernadero, ya que existe un aumento de dióxido de carbono (CO2), óxidos de nitrógeno (NOx), gases derivados del azufre como óxidos de azufre, entre otros contaminantes que permanecen en el ambiente.

Asimismo, explicó que el derrame de hidrocarburo también causa efectos en las propiedades físicas del suelo, sobre todo en su capacidad para retener agua y en sus mecanismos para absorber nutrientes
En cuanto a sus propiedades químicas, el doctor Tamariz explicó que el derrame afecta en buena medida el pH del suelo, dañando su conductividad eléctrica e incrementando los niveles de contaminantes que vienen en los hidrocarburos, como los compuestos aromáticos y los compuestos alifáticos de cadenas largas que el suelo tardará años en poderlos destruir. Asimismo, afecta las condiciones redox de los suelos, lo que impide que estos realicen numerosas reacciones biogeoquímicas que son importantes para el ecosistema.

En su actividad biológica, indicó el especialista, los hidrocarburos derramados matan la microbiota que existe en el suelo, afectando todas las actividades de síntesis y de reorganización de sustancias para producir nutrientes en las plantas, ya que se ven eliminados.
Para 2017 en el norte de Cuernavaca se detectó la presencia de hidrocarburos en dos pozos de agua y, recientemente, en otros pozos ubicados en el sur de Cuernavaca: esto de acuerdo a declaraciones recientes del director de la Comisión Estatal del Agua
La contaminación del agua por hidrocarburos representa un riesgo para la salud humana y, desafortunadamente, esta contaminación no se detecta visualmente (el agua no tiene ningún color) porque hay algunos compuestos incoloros que son muy solubles en agua. Algunos de estos contaminantes sólo pueden ser detectados por el olor y sabor desagradable que le da al agua: el MTBE (Metil-tert-butil éter) es uno de ellos.

El MTBE, producto presente en la gasolina mexicana, es un aditivo que se utiliza para incrementar el octanaje y su uso surgió como una alternativa para eliminar el plomo. El gran problema con el MTBE, es que cuando hay un derrame es un compuesto que fácilmente contamina aguas subterráneas, ya que difícilmente se degrada por biodegradación natural, y viaja grandes distancias por lo que es posible encontrarlo lejos de la zona del derrame. Además, de acuerdo a un estudio publicado por la Agencia Californiana de Protección Ambiental, el MTBE es posiblemente un agente cancerígeno
La Norma Oficial Mexicana NOM-127-SSA1-1994 Salud Ambiental. Agua para Uso y Consumo Humano no contempla los límites máximos permisibles para este contaminante, a pesar de que la contaminación por hidrocarburos ya es una realidad. Es urgente que los organismos oficiales modifiquen la NOM-127-SSA1-1994 y regulen la presencia de estos contaminantes en el agua.
JG